miércoles, 26 de agosto de 2020

La composición musical en Costa Rica

 Desde sus inicios, Costa Rica ha sido un país con amplia riqueza cultural. La cantidad de ritmos y géneros distintos que podemos disfrutar hoy en día sin salir de nuestras fronteras abarca un universo completo e incomparable. Sin embargo, para el desarrollo musical de nuestro país, no todo ha sido color de rosas.

Muchos de los compositores costarricenses del siglo XX estaban condicionados a un único tipo de música para poder sobresalir dentro del territorio nacional, y era aquella que lograra complacer a los costarricenses de ese tiempo, los cuales se caracterizaban por ser mucho más reservados y tradicionales.

A partir de ese hecho, existían prácticas de composición que, de alguna manera, no terminaban de gustar internacionalmente, lo que produjo que, por mucho tiempo, nuestra música fuera únicamente para un consumo interno, sin posibilidades de trascender a menos que existiera una oportunidad de viajar al extranjero, y realmente así fue, ya que durante esos años, la gran mayoría de compositores nacionales exitosos tuvieron esta oportunidad y lograron estudiar o vivir fuera del país.

Alejandro Monestel, compositor enfocado en la
músical coral sacra durante el siglo XX

Entre los compositores nacionales que destacaron, se encuentran Alejandro Monestel y Julio Fonseca, quienes tuvieron la oportunidad de estudiar en Bruselas. También podemos mencionar a Julio Mata, quien realizó estudios en Estados Unidos, entre otros igual de importantes y con la misma cualidad de tener que salir de nuestro territorio para eludir las limitaciones musicales que predominaban en Costa Rica.

Sin embargo, aunque no todo fue perfecto para los músicos de hace poco menos de cien años, muchos de ellos lograron definirse y ocupar un espacio en la historia de la música sin desechar la esencia que nos caracteriza a la hora de crear música. Desde la música del caribe que tanto nos representa, hasta los géneros heredados de nuestros conquistadores europeos y vecinos latinoamericanos, todos estos sin excepción lograron posicionarse en nuestra amplia biblioteca musical. Algunos de los más importantes pueden verse haciendo clic en este artículo.

Walter Ferguson, músico costarricense e impulsor del Calypso caribeño

Tal y como se mencionaba en publicaciones anteriores, el entorno espacio-temporal y el idioma afectan la música que hacemos y consumimos. Con las aperturas de comunicación y la facilidad de acceso a la información que tenemos hoy en día, podemos aprender y apreciar la música de todos los rincones del mundo en un instante. Además, los recursos tecnológicos nos ofrecen miles de oportunidades para crear nuevos estilos musicales, tal y como se ve marcado en nuestra generación con tantos subgéneros de la música electrónica.

El compositor costarricense de la actualidad ahora no se enfrenta solo a la búsqueda por el reconocimiento musical y comercial, sino también a la inevitable evolución humana y tecnológica, donde cada vez más se nos obliga a abarcar un público más amplio que se sale de nuestras fronteras, pero sin perder todos los detalles culturales que marcan nuestra verdadera esencia. Una lucha que no es nada fácil de sobrellevar y de la que nunca se termina de aprender.

Fuentes:

https://revistas.ucr.ac.cr/index.php/intercambio/article/view/12347/11604

Algunas de las obras y arreglos musicales de nuestros compositores costarricenses del siglo XX mencionados anteriormente:



Nota desarrollada por:
• Josué Choso
• Gloriana Rodríguez
• Ian Barquero


miércoles, 19 de agosto de 2020

Actualidad en la Escena Musical Contemporánea

 Antes de hablar de Música Contemporánea, nos preguntamos: ¿Qué es exactamente?

La música contemporánea se refiere a la música académica que parte del año 1945, impulsada propiamente por los avances tecnológicos del siglo XX y siglo XXI.

Entre los géneros más destacados, podemos mencionar algunos como el rock, el blues, el jazz, el reggae, el disco, etc.

Propiamente en Costa Rica, los compositores de la actualidad han decidido alejarse de la rigidez inicial de las tendencias modernistas y se han adentrado en un trabajo más libre, en donde se fusionan elementos característicos de otras tendencias modernistas o tradiciones musicales, integrando elementos interdisciplinarios.

"Florian Droids", agrupación costarricense de rock psicodélico

A pesar de los trabajos de los diversos compositores, no existen muchos registros en donde se le dé un enfoque profundo al estudio de la música contemporánea en Costa Rica, como por ejemplo en el libro “Música académica costarricense del presente al pasado cercano”, en donde, a pesar de hacer mención a la música contemporánea costarricense, no se le da un estudio más amplio como a otros temas mencionados en el mismo libro. Sin embargo, en los últimos años, sí se ha impulsado mucho más el desenvolvimiento de estos artistas, ya sea hablando de puesta en escena, apoyo a través de plataformas digitales, entre otras.

Devolviéndonos propiamente al tema de la escena musical contemporánea en Costa Rica, podemos rescatar basta información acerca de este tema, por lo que realizamos una recolección de diferentes fuentes donde comprender un poco más de qué va el asunto y qué interés genera:

1. La Escena Musical en Costa Rica: del sueño a la realidad

A veces pensamos que el país no puede surgir en el mundo del espectáculo masivo por causa de las falsas ideas que nos damos a nosotros mismos con respecto a que la calidad solo se encuentra fuera de nuestras fronteras. Esta nota muestra en evidencia la calidad de espectáculos que puede abarcar el país a pesar de las limitaciones que muchas veces creemos tener. El nivel de eventos presentes en diferentes centros turísticos también resulta ser un importante atractivo internacional, y no debería ser razón para estancar la calidad de la música a la vanalidad de dar un buen espectáculo.

Imágenes del Ocaso Festival

2. Agrupaciones de Música Clásica Contemporánea en Costa Rica

En este enlace podemos encontrar gran variedad de agrupaciones de música clásica contemporánea alrededor del país. No brinda información clara de ellos como tal, pero sí recolecta muchos de estos representantes.

Agrupación coral costarricense "Coro Zafra"

3. Evolución de las tendencias musicales en Costa Rica

En este artículo en particular podemos encontrar un análisis a las tendencias en Costa Rica desde 1980 hasta la actualidad. Aunque no se hace mención directa, muchas de las agrupaciones mencionadas deben parte de su éxito a las tendencias de la juventud costarricense actual, la cual se ve más implicada en los eventos de espectadores masivos. También cabe resaltar que se enfoca precisamente en la música contemporánea sin adentrarse en el género urbano.

Agrupación costarricense "Passiflora"

4. 10 bandas y voces ticas que lanzarán disco este año

Entre una de las notas periodísticas más importantes, podemos encontrarnos con ésta de parte de La Nación, donde se le da importancia a diferentes grupos y artistas en cuanto a sus próximos lanzamientos musicales. A pesar de ser una nota muy general, es importante que exista la visibilización de muchos de estos grandes artistas.

Agrupación costarricense "Magpie Jay" en el 2019

5. La Escena Musical en Costa Rica

Una nota corta pero que muestra evidencia clara a partir de las palabras de Bernal Villegas de la verdadera problemática que existe en la escena musical actual dentro de nuestra región. Posiblemente la más importante de esta nota y una de las más contundentes. La escena musical debe impulsarse a partir de nosotros mismos.

Bernal Villegas, músico de rock costarricense del que se habla en la nota anterior


Nota desarrollada por:
• Josué Choso
• Gloriana Rodríguez
• Ian Barquero


miércoles, 12 de agosto de 2020

El contraste de dos universos musicales

Sobresalir artísticamente en un país pequeño puede parecer una tarea difícil, y más cuando hablamos de música en pleno siglo XXI. La realidad es que lo anterior pierde veracidad cuando vemos a grandes exponentes latinoamericanos surgir de la tierra que los vio nacer y mantener el éxito a pesar de las adversidades en el campo (como es el caso de Silvio Rodríguez o Jorge Drexler).

Jorge Drexler, músico uruguayo de folk, pop y rock alternativo.

Entonces, ¿cuál es el problema con los músicos costarricenses?

En realidad, el problema no es la música, sino la educación cultural de sus consumidores. Aunque no podemos negar que parte del éxito de los músicos anteriormente mencionados se debe a las oportunidades que éstos tuvieron para desarrollarse fuera de su país, sí podemos estar seguros que el apoyo que recibieron, tanto en su ubicación espacial como temporal, supera por mucho al apoyo histórico que han recibido las bandas y artistas nacionales de nuestro país.

Bien, pero, ¿el problema dónde está? No podemos responsabilizar a un país entero por no apoyar el arte, ¿o sí?
Siendo sinceros, el problema no está en la baja cantidad de personas que apoyan la música que nace en este país, sino que, de esa baja cantidad, el mayor porcentaje se enfoca en géneros y obras que salen completamente de nuestros márgenes culturales.

Ganoza B, artista urbano costarricense.

¿Y eso está mal? ¿Apoyar un género que no nació en el país?

Obviamente no, pero empieza a ser perjudicial cuando éste opaca a la música que verdaderamente nos identifica (o debería identificarnos).

Veamos un pequeño ejemplo con dos piezas completamente contrastantes. Para no terminar con un trago amargo, empecemos por realizar una pequeña crítica al artista nacional Lil Quil (que en paz descanse).


«Pichota» fue una canción hecha por el artista urbano Lil Quil en el año 2013. Aunque parte de su éxito no fue más que sátira debido a lo explícita que es su letra, la fama que obtuvo en su momento superó por mucho a la de otros artistas que empezaron a surgir durante ese año (como era de esperarse). No se trata de si el país cree que Lil Quil merece un grammy latino o si «Pichota» debería ser el próximo himno nacional, sino que a partir de un tema compartido en son de burla, se le empieza a dar fama a este tipo de contenido, generando de esta forma una normalización que con el tiempo se vuelve sinónimo de éxito. ¿Para qué voy a esforzarme en componer una canción que tendrá un alcance de máximo mil personas, si puedo tomar un beat de internet, agregarle una letra misógina y alcanzar las casi dos millones de visitas?

No es necesario ir tan lejos. Después de todo, el éxito musical no es lo más importante, pero si empezamos a comprender el daño que genera este tipo de música a nuestra cultura, podemos asimilar el por qué está tan mal volverla famosa.

¿Y qué pasa con la libertad de crear y escuchar lo que nos gusta?

La gran mayoría de gustos en cualquier ámbito surgen de la estimulación. Nos gusta aquello a lo que estamos acostumbrados o que adquirimos desde que somos pequeños. No está mal disfrutar de Bad Bunny mientras apreciamos las obras de arte de Van Gogh. El problema radica cuando invisibilizamos el trabajo duro; la música que nos invita a pensar; el arte que transciende, que critica, que marca un antes y un después.

Los Prisioneros, grupo de rock chileno caracterizado por
impulsar la crítica social a través de sus letras

La mera popularidad que adquiere en el país la música urbana con letras vulgares (vulgarmente hablando) se debe a la falta de cultura que han ido desarrollando sus oyentes durante los últimos años.

La falta de inversión en el arte, la presencia de un único género en todas las radios, el bajo deseo de introspección a una obra artística y el minimalismo musical que sufrimos desde hace algunos años, son consecuentes para enfrentarnos a una Costa Rica donde la música se volvió un tema de gente culta, cuando desde la época de los aborígenes ha significado todo lo contrario.

Pero bueno, no todo es terrible.

Así como en el país existen muchos artistas que reciben un apoyo superior (al que no llamaremos desmerecido, porque tampoco somos los jueces de la música), hay algunos otros que marcan la diferencia a pesar de conservar la esencia de la música costarricense.

Malpaís es un claro ejemplo de ello. Un grupo que se ha logrado posicionar entre la juventud costarricense, y volverse uno de los más éxitosos y aclamados dentro del entorno de festivales universitarios.


Una de sus obras menos conocidas es «Retratos de un país inédito», la cual plasma los más bonitos paisajes de Costa Rica a través de su música. No solo respeta la cultura del país utilizando sonidos clásicos de la música cultural centroamericana, sino que además relata versos que dan identidad al sonido y trascienden entre los temas clichés acerca del amor y desamor (aunque esto en realidad nunca ha caracterizado al grupo).

Lamentablemente, la canción apenas y supera las diez mil reproducciones, como la mayoría de buenas obras producidas a nivel nacional (y eso recalcando lo exitoso que es el Grupo Malpaís en la actualidad).

Entonces, ¿concluimos que el país carece de interés cultural y que lo único exitoso es aquello fácil de hacer?

No, esa no es la idea. El objetivo de esta entrada es proponer la búsqueda de mayor interés por el arte musical nacional. No somos nadie para limitar el éxito que puedan tener Lil Quil, Bloke o Ganoza B, pero sí incentivar a que con las mismas ganas que escuchamos una de estas canciones para bailar, para entretenernos o simplemente porque nos gustan, también le demos una oportunidad a otros artistas que componen piezas muy buenas pero que nadie les presta atención. Lo mismo pasa en otras áreas, pero tampoco vamos a desviarnos mucho del tema.

Remodelar la cultura costarricense está en nuestras manos. Así como el reggaeton trascendió gracias a las radios, las discotecas y los barrios con muchos parlantes a todo volumen, podemos empezar a compartir más música nacional aunque sea con nuestros conocidos. Así abriremos puertas para que mejores músicos surjan y no perdamos la esencia que nos caracteriza.

Costa Rica es música, no podemos olvidarnos de ello.

Nota desarrollada por:
• Josué Choso
• Gloriana Rodríguez
• Ian Barquero

miércoles, 5 de agosto de 2020

Nuevas propuestas en la música nacional

Durante mucho tiempo hemos encasillado a la música dentro de los géneros que ésta nos ofrece. Podemos determinar que una canción pertenece al género del Jazz por su swing, su improvisación, sus instrumentos comúnmente utilizados... pero justo en ese momento, también nos damos cuenta de que aplicar sobre lo anterior simples recursos de otro género, cambia por completo la visión que tenemos del mismo (Rock Jazz, Acid Jazz, Jazz Fusión...).

De la misma manera, podemos partir de cualquier otro género y encontrar miles de subgéneros nuevos desarrollados con el pasar del tiempo, y es que no solo basta con hablar de subgéneros por los recursos que utilizamos de géneros distintos, sino también de la forma en que la música influye sobre la creación de nuevos sonidos, y esta misma influencia originada a partir de la cultura de nuestra zona geográfica.

No es lo mismo escuchar un tema de rock británico, como por ejemplo Message In A Bottle (1979) de The Police, a escuchar uno de rock argentino, como Bajan (1973) de Pescado Rabioso, y aunque ambos pertenecen al mismo género (en este caso, el Rock), su diferencia temporal y geográfica marca un cambio significativo en cuanto a los sonidos utilizados, aparte de la historia que ha afectado a cada país, y el mismo lenguaje, donde las palabras y el acento cumplen un papel importante dentro del mensaje que transmite una canción (inclusive para la música instrumental).

Ocurre hasta dentro de nuestro continente, donde sin tanto trabajo podemos distinguir las diferencias entre el rock en Argentina, Chile, Colombia, México, entre otros exponentes importantes del rock latinoamericano.

Por esta razón, no es de extrañarse que Costa Rica haya logrado desarrollar con el tiempo un sonido auténtico y reconocible. Aunque no podemos negar que existen fuertes influencias de nuestros vecinos norte y sudamericanos (además de las propias influencias de ellos, como la música europea), hemos llegado a un punto donde las propuestas que nos ofrece el país en el ámbito musical ya no pretenden ser imitaciones de grupos ya de por sí exitosos. Ha quedado de lado la sed de lo comercial para buscar un camino hacia lo nuevo; lo que nos identifique.

Fotografía de la agrupación nacional «424»

Es importante que logremos conservar esa esencia y la llevemos al extremo desde una perspectiva de evolución. Que el sonido que hasta ahora muchos grupos se han arriesgado a proyectar, siga manteniendo ese atractivo que lo vuelve tan diferente.

Canciones mencionadas:

• Message In The Bottle de The Police:


Bajan de Pescado Rabioso:

Otros videos interesantes referentes al tema:

• Los géneros musicales VAN A DESAPARECER!, por Alvinsch:


• Tu idioma afecta la música que haces, MUCHO!!, por Alvinsch:


martes, 4 de agosto de 2020

Música internacional en Costa Rica

    En Costa Rica mayoritariamente se opta por escuchar música internacional y se da un apoyo muy bajo hacia los artistas nacionales, haciendo que toda la atención se centre hacia artistas internacionales y en la realización de conciertos de grandes artistas extranjeros.
    Con relación a la visita de los artistas internacionales a Costa Rica para realizar conciertos se debe resaltar el desarrollo que estos han tenido, ya que es notable la diferencia de la visita de grandes artistas en el país hace veinte años que en la actualidad. Este desarrollo se puede ver ligado a diversos factores como el desarrollo en la tecnología y en la creación de distintas plataformas que permiten conocer la música de diversos artistas en cualquier parte del mundo.
    Estos factores han sido los propulsores para el apoyo mayoritario de los costarricenses hacia artistas que no son nacionales, sin embargo el apoyo brindado por los costarricenses no es suficiente en muchas ocasiones para estos artistas brinden conciertos en el país ¿y por qué no se realizan?
    En mi opinión uno de los factores que más influyen son la cantidad de personas que apoyan a estos artistas, ya que al ser Costa Rica un país pequeño a pesar del apoyo no se pueden realizar grandes conciertos como los que se realizarían en México o en algún estado de Estados Unidos, ya que la economía es un aspecto de gran importancia en estas actividades, tanto en los gastos que se realicen para dar un concierto como cuánto están dispuestos los costarricenses para pagar una entrada a dichas actividades.
    Igualmente se puede ver que en los últimos cinco años Costa Rica ha tenido la oportunidad de tener a artistas internacionales de mayor magnitud, que a pesar de que sus conciertos no son tan elaborados, logran brindar satisfacción y alegría a aquellas personas que apoyan su trabajo.