Como llegamos a hablar en algún momento, los compositores musicales del país han tenido que basar su arte en el gusto de la población costarricense, limitados por una visión conservadora de la cultura nacional y de los antiguos métodos de composición.
Sin embargo, a pesar de los obstáculos, muchos de nuestros compositores musicales han conseguido posicionarse exitosamente dentro del ámbito musical, por lo que hemos decidido analizar cuidadosamente tres obras, muy diferentes la una de la otra, hechas por tres distintos compositores del país.
1. Los 7 Haikus, de Marvin Camacho
Los 7 Haikus por sí misma parece una composición bastante arriesgada y poco convencional, donde nos encontramos con amplios silencios y múltiples disonancias (como si la pieza como tal se tratara de la banda sonora de una película de terror). No obstante, podemos entender en ella una intención narrativa, donde la música como tal nos transporta a la intención marcada y nos permite disfrutar la tensión de la melodía.
2. Amalgama, de Andrés Soto
Desde el inicio de la obra, podemos comprender la esencia fantástica y propia de las películas de este género. Aunque su música posee la característica de ser bastante versátil, ésta en particular nos proporciona esa esencia climática en la que nos encontramos con un inicio bastante potente, un fragmento de reposo y un desenlace enérgico similar al comienzo de la obra.
Sus composiciones como tal utilizan recursos de la música clásica contemporánea, y con respecto a las grabaciones de su música, la mayoría son hechas en estudios profesionales o en diferentes teatros, ya que, por ser su música utilizada en diversas obras cinematográficas, requieren de un proceso de grabación más detallado y profesional.
3. Evocación, de Benjamín Gutiérrez
Evocación nos muestra una visión contrastante de las melodías anteriormente analizadas. Nos encontramos con una obra con rasgos mucho más clásicos, donde la tensión se convierte en poesía y nos transporta a una escena melancólica envuelta en el suspenso que nos transmite cada frase.
Como tal, la obra es compleja y variada, cambiando los matices y la intención de la misma durante el desarrollo de su interpretación. Nos demuestra que muchas veces aquello que escuchamos fuera de nuestras fronteras no es tan diferente a lo que un compositor costarricense puede llegar a hacer con una partitura.
Fuentes:
- https://marvincamacho.com/biografia/
- http://www.benjamingutierrez.com/bio.html
Nota desarrollada por:
• Gloriana Rodríguez
• Ian Barquero
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